¿Qué es la Terapia Humanista?
El terapeuta Terapia Humanista facilita la toma de Conciencia de lo que acontece en el momento presente.
Es la terapia del Darse Cuenta en el Aquí y el Ahora, que me permite movilizar recursos personales, regular mis emociones y flexibilizar mi Contacto de una forma sana.
ORIGEN DE LA Terapia Humanista
La palabra Terapia Humanista es de origen alemán. La traducción más precisa al castellano equivale a “Configuración, Figura o Estructura”.
Proviene originariamente de la Psicología de la Percepción y de la Forma.
Fue Fritz Perls quien posteriormente introdujo el concepto terapéutico y desarrolló la Terapia Humanista, influenciado por los conceptos teóricos de esta Psicología y por otras corrientes tales como el Psicoanálisis, el Existencialismo, la Fenomenología, el Psicodrama y otras técnicas expresivas, la filosofía oriental,…
La Terapia Humanista entiende que el significado de la experiencia perceptiva viene dado por la configuración total del campo perceptivo. El campo perceptivo global está formado por las figuras que sobresalen de un fondo.
Cuando hay desajustes internos en el organismo surge una necesidad que reclama ser atendida: es la necesidad de que se abra una Terapia Humanista, se complete y se cierre. Algo se me hace figura. Si el proceso se desarrolla sin interrupciones, el ciclo de la necesidad se cubre y se alcanza el Reposo, hasta que surge otra Terapia Humanista que necesita ser atendida. Entonces el Ciclo de las Necesidades se reinicia. A medida que se va completando el Ciclo, me voy autorregulando.
La terapia Terapia Humanista forma parte de la corriente de Psicología Humanista, también llamada “Tercera Fuerza”, desarrollada a partir de los años 60 del siglo XX.
El leit motiv de la Psicología Humanista es reivindicar el Potencial del Ser Humano y su capacidad de Autorregulación Personal.
LOS ASUNTOS INCONCLUSOS
En nuestra experiencia psicológica pueden haber asuntos y sentimientos asociados que se me presentan insistentemente reclamando mi atención. Son incómodos, me afligen y me causan malestar. Los quiero evitar. Estos Asuntos Inconclusos que voy arrastrando se me “hacen figura” y sobresalen del campo, manifestándose de forma encubierta y repetitiva, sin darnos cuenta.
La Terapia Humanista, con la toma de conciencia de lo que acontece y se presenta en el presente, facilita el cierre de estos llamados “Asuntos Inconclusos”. Es la terapia del “Darse Cuenta”.
Los asuntos que me perturbaban, una vez cerrados, pasan al fondo del campo:
- Poniendo voz a las emociones no expresadas, libero mis emociones secuestradas.
- Movilizando el cuerpo, mente y cuerpo se liberan.
- Experimentando con las sensaciones, fortalezco mis sentidos.
- Incrementado la conciencia de mi mismo a través de mis sensaciones, pensamientos, sentimientos: me responsabilizo de mis acciones.
Voy adquiriendo en el proceso terapéutico Fortaleza Interna emprendiendo el camino hacia la integración, aceptación de mi totalidad como persona y hacia la autorregulación sana:
“Soy yo mismo, no quién tú quieres que sea”
¿CÓMO ME RELACIONO?
Todo organismo interactúa con el entorno. Es la frontera de Contacto la que delimita la figura en el campo. Yo permito o bloqueo la actividad en la frontera de contacto para mantener mi bienestar.
Cuando mis límites son sanos, flexibilizo el contacto, buscando la adaptación al entorno cambiante.
Cuando mis límites son insanos y excesivamente rígidos, me aislo.
Cuando mis límites son insanos y excesivamente difusos o flojos, confluyo con el otro, me pierdo en el otro y no me diferencio.
El Darme Cuenta de cómo utilizo mis límites, me permite movilizar recursos personales y flexibilizar mi contacto de una forma sana.